El Ayuntamiento de San Esteban de Gormaz convoca a los vecinos del municipio y la comarca a una nueva manifestación para reclamar "un puente del siglo XXI", que conecte la N-110 que se adentra en la localidad ribereña a través de un puente construido en la Edad Media, con la A-11.
La cita tendrá lugar el próximo viernes 25 de julio a las 20.30 horas en la zona del frontón municipal bajo el lema "por una variante definitiva", después de que el puente de los 16 ojos sufriera el pasado miércoles 17 un nuevo desprendimiento, esta vez en el tajamar donde se ejecuta la segunda fase de las obras de la estructura medieval.
Desde el Consistorio ribereño se apela a reunir a los vecinos en una "gran concentración en defensa de nuestros derechos" y se suma así a la indignación vecinal porque una nacional discurra por una infraestructura gravemente dañada, que tiene que soportar el tráfico pesado de camiones, transporte agrícola así como gran número de vehículos y viajeros, con un único carril, soportando las molestias del paso alternativo a través de semáforos y con el peligro que supone también para los peatones que viven a uno y otro lado y que deben cruzar a diario.
Para el alcalde sanestebeño, Daniel García, es vital "una infraestructura del siglo XXI que garantice la movilidad segura y el acceso a los servicios de todos nuestros vecinos", tal y como ha repetido desde que esta primavera se viniera abajo una parte del puente y ha reiterado, a través de sus redes sociales, que "lucharé con todas mis fuerzas para conseguirlo.
García a vuelto a pedir al Gobierno central que recapacite y que "entienda que San Esteban está más vivo que nunca", lamentando que desde la Confederación Hidrográfica del Duero se haya impedido la construcción del puente provisional que ejecutaban el Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León, tras abandonar el Ministerio de Defensa el proyecto.
La indignación ha crecido en la localidad, que unos días antes lamentaba también en redes sociales la obra que se estaba ejecutando por considerarla que no era la adecuada para la imagen del puente y la crispación y el enfrentamiento ha crecido entras las Administraciones, lo que ha cansado a los ciudadanos que están lamentando en redes esta falta de apoyo a la localidad.
El pasado 17 de julio se derrumbó una parte del tajamar mientras se ejecutaban trabajos de rehabilitación del viaducto, en la denominada segunda fase, mientras seguía abierta al tráfico.
Aunque desde el Gobierno central se asegura que "la estructura está intacta y no hay problemas de seguridad», según afirmó el subdelegado del Gobierno en Soria, Miguel Latorre, a la vez que achacaba lo ocurrido a la dosificación de la cal que se está empleando para revestir el tajamar y posiblemente también a las altas temperaturas que han impedido que fragüe como debiera.
Desde el Ministerio aseguran que el nuevo desprendimiento solo afecta a un elemento ornamental y que, por tanto, no influye en la estructura, por lo que la movilidad rodada y peatonal no ha resultado condicionada y se puede seguir realizando con normalidad.