Ferrerbike Mio Cid es noticia también porque hace unos días, el periódico digital Desde Soria le dedicaba un reportaje en el que repasaba los años de trabajo de Jesús de Gregorio, Harry, el frente de este negocio que ofrece además de servicio de ferretería, todo lo disponible para los amantes del ciclismo de montaña con alquiler, venta y reparación de bicicletas. U
De hecho se destacaba que se hubiera renovado la flota ciclista con dos nuevas bicicletas eléctricas a las cuatro ya existentes, así como dos eléctricas de paseo, además de las doce bicicletas de BTT y otras cinco para los más pequeños. Un servicio que ofrece desde la Ribera del Duero desde hace ocho años en los que ha ido renovando sus bicicletas de montaña, incorporando nuevos modelos y también nuevas propuesta, rutas y facilidades adaptadas a los clientes.
La filosofía de Harry pasa por organizar todo lo necesario para que el visitante disfrute. Desde un fin de semana familiar o una ruta con amigos hasta una experiencia extrema para los ciclistas más exigentes. Todo ello combinado con gastronomía, cultura o patrimonio, con el románico y el vino por bandera, para vivir una experiencia completa junto a la gastronomía y la hostelería de la zona. Desde FerreBike Mío Cid la apuesta es mostrar las infinitas posibilidades del cicloturismo en Soria, avalado con el conocimiento de Harry de los parajes naturales y la geografía soriana.
Las opciones para alquilar alguna de sus bicicletas son de cinco o diez horas. En el caso de la eléctrica a un precio de 30 euros por cinco horas y de 50 para diez horas mientras que en la BTT ordinaria el precio es de 22 euros para cinco horas y de 30 euros para diez horas. Además existe la posibilidad de traslado y recogida de bicicletas y personas, con capacidad para hasta ocho personas. También en los lugares de alojamientos de los clientes con los que tienen convenio. Un servicio adaptado al cliente, como también las rutas autoguiadas que se ofrece. Entre ellas destaca la del Camino del Cid o la del Cañón del Río Lobos, pero también otras más desconocidas, hasta un total de doce, como el Camino de la Lana, la Ruta del Vino, la Ruta del Románico o la de las cepas centenarias, con una experiencia redonda con cata en bodega.