Según publica Nuria Fernández en Heraldo Diario de Soria, la Sociedad de Iniciativas Empresariales Sorianas (Empresoria) se ha disuelto después de diez años de andadura. Nació con el objetivo de hacer frente al déficit de iniciativa empresarial en la comarca ribereña de El Burgo de Osma y San Esteban de Gormaz y posibilitar la atracción de proyectos capaces de generar actividad económica y empleo, tal y como recoge el periódico soriano.
Hace un año la asamblea de socios abordó su disolución, que se votó por mayoría, y hace unas semanas se acaba de notificar la liquidación, según explicó a este periódico el que fuera el presidente, Javier Alfonso Gil.
La respuesta social en la comarca a esta iniciativa fue un éxito y la sociedad de capital riesgo se constituyó con un capital social de unos
130.000 euros proveniente de un centenar de socios, pero el expresidente indicó que al final, en general no se cumplieron los objetivos.
La principal razón que ha llevado a su disolución «es que no hay demanda suficiente de este tipo de instrumento financiero», dijo Javier Alfonso, que explicó que hay solapamiento y competencia con otras herramientas. Además el escenario actual con numerosas subvenciones
institucionales a fondo perdido para todo tipo de proyectos empresariales no ha ayudado.
El responsable indicó que en este periodo también se tuvieron que sobreponer al periodo difícil del Covid.
Javier Alfonso Gil explicó que en estos últimos años la sociedad se centró en la celebración de jornadas de emprendimiento y encuentros que y « aunque esta rama de actividad funcionaba muy bien, al final se valoró disolver toda la sociedad», dijo.
En lo que se refiere a su función inversora en esta década ha sido escasa, reconoció Javier Alfonso, «se ha hecho alguna cosa», significó.
Los socios realizaron aportaciones de unos 1.000 euros cada uno para constituir el capital social de Empresoria, que evaluaba los proyectos en los que realizar las inversiones, con un tope de entre 20.000 y 30.000 euros. El patrón a seguir era la entrada de la sociedad como inversor en el proyecto y cuando la empresa funcionase recuperar la inversión.
Durante su periodo de vida han participado en unos seis proyectos, algunos de ellos centrados en agricultura ecológica, además de participar en nuevos proyectos, la sociedad trabajaba en la promoción de las empresas locales y en el apoyo profesional y estratégico a
las empresas participadas.
La inversión en alguno de estos proyectos todavía está viva y los socios tendrán que esperar unos meses para recuperar su aportación y
entonces se dará por finiquitada Empresoria. Javier Alfonso Gil estima que se recuperará con una pequeña minusvalía. Por último, el responsable dejó claro que los gestores de Empresoria no han cobrado estos años.