San Esteban cerró el sábado su tercer encuentro con las Viñas Viejas de Soria, defendiendo y poniendo en valor el legado del viñedo centenario que permite que la Ribera del Duero soriana tenga unas peculiaridades únicas que, como explicó la alcaldesa de la localidad, María Luisa Aguilera, ?han ubicado a San Esteban en el mapa?. La regidora ribereña aseguró que en las pequeñas viñas de los viticultores sorianos existe ?un patrimonio único y excepcional? al que los enólogos ?han sabido potenciar?, primando la calidad sobre la cantidad, por lo que apostó por seguir yendo al origen, como se hace en estos encuentros que confía se puedan repetir en el futuro.
Precisamente el mundo del vino no pasa por su mejor momento a consecuencia de los daños que la climatología ha causado en las últimas semanas, por lo que el presidente de la asociación Viñas Viejas de Soria, Bertrand Sourdais, reconoció que ?en este momento la unión y la ilusión es lo que nos va a salvar?, puesto que ?nos ha caído una cosa muy complicada que tendremos que torear?, aseguró. Por eso también pidió a las Administraciones como Ayuntamiento o Diputación Provincial que trabajen junto a la asociación para ayudarse mutuamente porque ?estos momentos nos recuerdan que no somos nada? y por eso es fundamental trabajar unidos. Aunque, Sourdais fue optimista y recordó que de los momentos más duros salen los grandes proyectos, a la vez que reconoció que hay que ?seguir pasándoselo bien y ahí está el vino?, que apuesta por la fraternidad, como se demuestra en las bodegas. De hecho aseguró que se cuenta con las añadas de 2021 y 2022, aunque avanzó que la de 2023 ?será un poco más cara?, por lo que habrá que ?apretar el bolsillo?, bromeó durante la inauguración del tercer encuentro con las Viñas Viejas de Soria que contó ayer con un amplio programa cultural y gastronómico.
Tras la inauguración el catedrático Miguel Ibáñez Rodríguez puso numerosos ejemplos sobre el uso medicinal del vino y su tratado, a través de documentos de las Universidades de Valladolid, Salamanca o el centro de documentación Vivanco, entre otros, que recogen no solo tratados sobre cultivos y elaboración de vino, sino numerosas referencias sobre el poder de curación a través de vino caliente o su uso terapéutico. Como ejemplo, puso la propia derivación de la palabra que ha generado el término botica de manera culta y bodega en el lenguaje vulgar, por lo que ambos espacios llevan unidos a lo largo de la historia.
Además ayer se pudo pasear por viñedos centenarios en la localidad de Villálvaro, uno de los núcleos que forman parte de esta Ribera del Duero soriana, visitar el barrio de bodegas de San Esteban, probar el mejor torrezno del mundo del restaurante Antonio de la mano de la Marca de Garantía Torrezno de Soria o productos de mujeres emprendedoras de Tierras del Cid, así como los vinos de las 14 bodegas que forman parte de la asociación, entre espectáculos y música.