Los topónimos de San Esteban de Gormaz, Andaluz, Zayas de Báscones, Alcoba de la Torre o Matanza de Soria encuentran al revés. Son sólo unos ejemplos que tienen una motivación reivindicativa.
Las carreteras están siendo testigos de una protesta silenciosa pero impactante: señales de tráfico colocadas al revés en las entradas de numerosos pueblos.
Esta acción, llevada a cabo por agricultores y ganaderos, busca denunciar la difícil situación que enfrenta el sector primario en el país.
El fenómeno, que se ha extendido por diversas localidades de Aragón, Castilla y León y otras comunidades, simboliza el ?mundo al revés? en el que, según los agricultores, viven a diario.
La combinación de bajos precios en origen, el incremento de los costes de producción, la burocracia excesiva y las normativas europeas que consideran injustas, ha llevado al sector a una situación crítica.
Las señales invertidas representan una llamada de atención a las administraciones y a la sociedad sobre la crisis que atraviesan los pueblos agrícolas.
?Si no se toman medidas urgentes, el campo se muere?, aseguran los organizadores de la protesta.
Los agricultores retomarán las protestas el 10 de febrero, con tractoradas en las carreteras.
Los agricultores han reiterado que necesitan cambios en la política europea, que ha condenado a muchas explotaciones a la ruina y que, a su juicio, con el acuerdo de Mercosur, recibirán la puntilla.