Ayer, San Esteban volvió a llenar sus calles de color con las alfombras florales del Corpus Christi elaboradas por cientos de voluntarios que desde primera hora de la mañana madrugaron para tener todo listo a las 9:30 horas un manto de color con esta simbología festiva, que se extendió desde el atrio de la parroquia San Esteban Protomártir, hasta los pies de la escalinata del Rivero.
Distintas simbología y la participación de asociaciones, niños del colegio y vecinos, para tener una variada representación de imágenes, desde El Rivero y San Miguel, elaborado por la coral Villa de San Esteban, los nombres de los niños de Primera Comunión y pan y vino con peces bajo la cruz, elaborado por los padres de los comulgantes, el escudo de San Esteban y las flores que decoraban la entrada de la iglesia, con otros voluntarios, así como el tramo inicial de la calle Mayor desde la parroquia hasta la plaza Mayor, elaborado por la asociación de amigos de las bodegas y el Castillo, la peña el Huracán con motivos geométricos, los niños de religión de 5º y 6º de Primaria del CEIP Virgen del Rivero, que habían diseñado ellos mismos su modelo, el trabajo de los voluntarios del parque de bomberos de San Esteban que quisieron rendir homenaje a Alberto Carrasco en la Plaza Mayor con un recuerdo a su pasión por la montaña, o la decoración del segundo tramo de la calle Mayor a cargo de la corporación municipal.
Desde hace semanas, los voluntarios han estado trabajando en los diseños y en el teñido de serrín, material utilizado para conformar el manto de policromía que inunda cada año el casco histórico, consiguiendo material para estas 14 alfombras florales que ocuparon una extensión de 1300 metros cuadrados, antes del inicio de la la misa que tuvo lugar en el Rivero y desde la que partieron los niños de Primera Comunión arrojando pétalos de flores sobre las alfombras poniendo punto y final a este arte efímero, acompañados de la banda de música de la asociación Compases del Duero.