la entrada de Sus Majestades de Oriente fue a través del puente que cruza el Duero a su paso por la localidad. Sobre las siete de la tarde, ya con la noche sobre la villa ribereña, se vio llegar las carrozas en la que viajaban cada uno de los Reyes Magos, acompañados de niños con antorchas y la música de la Salmonete Band.
A mitad del puente, realizaron una primera parada para adorar al niño en el escenario del que fuera el belén viviente de la localidad, y así, aquellos que quisieron disfrazarse y acompañar a sus Majestades, también continuaron con ellos la comitiva, junto a músicos, pajes y chavales que no dudaron en colaborar a dar color a esta fiesta donde la magia recae en los más pequeños.
La comitiva continuó por la Avenida Valladolid y la calle Mayor, hasta llegar a la Plaza Mayor, en cuyo escenario, los Reyes fueron recibidos por la corporación municipal encabezada por su alcaldesa, María Luisa Aguilera. Allí, sus Majestades se dirigieron a los más pequeños y a los vecinos de la localidad con su discurso, invitando a disfrutar de la magia de esta noche, y después comenzaron el reparto de regalos y caramelos para los más pequeños, que cerraron la noche emocionados.