Con un centenar de puestos, paradas, oficios y una apretada programación complementaria y la seña de identidad de San Esteban de Gormaz: la participación e implicación de sus vecinos, la villa ribereña recuperó el 27 de agosto, tras dos años de parón por la pandemia, su mercado medieval, que alcanzó su XXII edición y que lo convierte en el más antiguo de la provincia.
Organizado por el Ayuntamiento de la localidad, con la contratación de la empresa Balconet Mercados Temáticos, este año el mercado regresa con más fuerza que nunca, con nuevos escenarios, pero sin perder la esencia que llevó a poner en marcha esta propuesta cultural y turística en el año 1999 para conmemorar la figura del Cid, precisamente en este año en que San Esteban ha sido capital cidiana el pasado mes de mayo.
El mercado es una oportunidad para viajar al pasado medieval de un San Esteban que conserva todavía muchas huellas de ese periodo histórico, como se puede comprobar en sus dos joyas románicas: San Miguel y el Rivero, escenario durante este fin de semana de diversas actuaciones, como la charla de leyendas épicas castellanas a cargo de Crispín d’Olot.
En la jornada del sábado, la corporación municipal encabezada por su alcaldesa, María Luisa Aguilera Sastre, inauguró esta nueva edición con pasacalles histórico a cargo de la compañía Deus Bellum, que inició el desfile por todo el recorrido del mercado que comienza en la antigua puerta de San Gregorio, recuperada mediante una lona ilustrada para la ocasión, hasta la escalinata del Rivero, pero que cuenta con otros espacios para disfrutar de todas las actividades como la Placituela, la calle y Plaza Mayor, los entornos de San Miguel y el Rivero o el nuevo escenario: el área del Sotillo y el puente sobre el río Duero, que ofrece un marco único para la celebración de actividades medievales, pero también para disfrutar de otra iniciativa nueva: el bosque mágico que guarda sorpresas y personajes que permiten devolver a la localidad a su pasado más esplendoroso.
Pero la seña de identidad de San Esteban, no solo en su mercado, sino en cualquier actividad que se propone durante el resto del año, es su alta participación, como demuestran en cada actividad y en esta no iba a ser menos, del centenar de puestos que ayer abrieron sus puertas en el mercado, una decena es de los propios vecinos de la localidad, entre negocios, bares o los más pequeños que no dudan en mostrar sus manualidades y habilidades, como la exposición de trabajos artesanales del sanestebeño Felipe Gómez Cerrada que se exhiben en los salones de la asociación de pensionistas San Miguel en la Placituela de 11 a 14 y de 17.30 a 21 horas. A eso se suma que los propios vecinos salen a la calle ataviados con trajes de época, lo que permite al visitante sumergirse en una historia que se hace más viva que nunca.
Además, un intenso programa hizo que no se olvide en ningún momento que San Esteban sabe a Medievo, y así se comprobó con Pasacalles de Gaeloc y la Juglaresca, así como títeres, teatro con Todo Terror, exhibición y vuelo de aves rapaces, paseo de ocas, cuenta cuentos con Kaskabelia y desfile de seres Hechizos y brujas a cargo de Inside The Fantasy.
Animación mañana y tarde, que continuó el domingo con un programa con espectáculos similares a los de la primera jornada, pero donde se añadió el pasacalles el gran dragón y la clausura del mercado con El gran dragón en un pasacalles final.
Además se pudo disfrutar de los puestos de artesanos llegados de diversos rincones de España, que dan a conocer su gastronomía o sus técnicas para distintas elaboraciones, así como talleres participativos como el taller de aceites esenciales, el de jabón artesano, de elaboración de máscaras, los rostros medievales en arcilla o instrumentos musicales, y a ellos se suman la ludoteca con un tio vivo Da Vinci, juegos de ingenio, mesas Da Vinci, juegos antiguos y estructuras musicales. También hay exposiciones de armas medievales, paneles de la vida diaria, flechería, manuscritos, herramientas o labranza. Dentro del mercado también los animales tienen gran protagonismo con ocas, corrales de cerdos y cabritos, así como camellos y se podrá disfrutar de los oficios de carpinteros, caligrafía árabe, ceramista, uso del corcho, destilación o alambique y elaboración de trillos, cencerros, botas y resina, para devolver a San Esteban de Gormaz al esplendor de la Edad Media y no aburrirse en ningún momento.