Si se habla de dinamizar el mundo rural, Villálvaro es un gran ejemplo de participación, colaboración y actividad, como demuestra a lo largo del año desde el Ayuntamiento de esta pedanía del municipio de San Esteban de Gormaz, pero también desde la asociación Virgen de las Lagunas, que tiene varias actividades marcadas en rojo en el calendario. Realizan el intercambio de la Virgen que da nombre a su asociación con el pueblo de Zayas de Báscones, una con una fiesta y romería en su ermita en la primavera y otra, tras las vendimias, de devolución, también sus fiestas patronales, el certamen de vino artesanal o las actividades culturales durante Navidades y en época estival.
Gracias a acciones como esta, Villálvaro sigue siendo un pueblo vivo, demostrando siempre su interés por la cultura y recuperando también tradiciones o incluso patrimonio, aunque el teatro es, quizás, su seña de identidad durante décadas.
De hecho este verano han vuelto a hacer una de las actividades que más les gusta y que más participación tiene entre los más jóvenes, las obras de teatro, que permiten no solo ensayar durante las tardes de verano, sino también representar ante su propio pueblo, el trabajo que niños y jóvenes realizan cada año.
Así este verano han representado tres obras de teatro, en la plaza de la localidad, al aire libre y con un auditorio entregado para ver participar a 36 actores, un hito en una localidad que ronda con un centenar de vecinos, pero donde los hijos del pueblo tienen un gran peso, porque regresan cada fin de semana, en periodos vacaciones o siempre que hay que echar una mano.
El programa de estas representaciones se dividió por edades, en el caso de los más pequeños representaron la obra infantil El mar de limpios, donde participaron 16 niños, mientras que los 14 chavales del grupo juvenil llevaron a escena Robin Hood. Pero el teatro, en Villálvaro, no es solo cosa de niños, ya que los mayores, además de dirigir, ensayar, ayudar, montar escenografía o vestuario, también se suben al escenario a interpretar, este año con la obra La compra de una mula, que reunió a seis actores.
La asociación Virgen de las Lagunas de Villálvaro es un ejemplo vivo y dinámico de que en el mundo rural se pueden hacer muchas cosas. De hecho llevan años demostrándolo y convirtiendo esta pedanía de San Esteban de Gormaz en un referente a la hora de reunir vecinos, organizar y llenar actividades y hacer que las calles del pueblo sigan contando con niños aunque no haya escuelas y cultura a pesar de su tamaño.
Hace años apostaron por el teatro a través del CEAS Ribera del Duero y desde entonces han logrado mantener su afición por el teatro, no solo como espectadores, sino también como actores, directores o responsables del atrezzo o el vestuario, generando una cantera de actores que mantienen vivo este patrimonio artístico.
Aunque hace años se cerró su escuela y los pequeños tienen que viajar a diario en transporte escolar hasta San Esteban de Gormaz, siguen logrando contar con chavales para participar en sus obras de teatro, no solo con los niños que diariamente viven en la localidad sino también con hijos e incluso nietos del pueblo, que siguen vinculados a la localidad familiar y no dudan en acudir a ensayos y representaciones, asumiendo la importancia de pasar el testigo generacional y hacer del pueblo un motivo de orgullo, porque forma parte de sus raíces.