A San Roque se le venera en San Esteban de Gormaz desde hace décadas, pero hace cincuenta años se perdió la tradición de realizar la procesión con la imagen del santo que preside cada año la Eucaristía en la ermita que lleva su nombre.
Eso hasta el pasado día 16, que se recuperó esta tradición. Aunque la misa se celebró en la parroquia y la tradicional subasta tuvo lugar en el atrio de la iglesia, donde Pablo de Diego cumplió con la costumbre de animar a la puja por los productos tradicionales, se llevó la imagen del Santo en procesión hasta la ermita.
De hecho, hasta 1920 las fiestas patronales de San Esteban se celebraban con motivo de la Asunción de Maria (de ahí la miisa en Rivero que se mantiene hasta la actualidad casa 15 de agosto) y San Roque. Pero ese año fueron trasladadas a septiembre (día 8 en la Natividad de María) por motivos laborales, ya que en agosto no habían acabado la recolección de las cosechas.