Estamos necesitados de cosas bonitas que nos rodeen, la pandemia ha provocado el cierre de empresas, el aislamiento social y la suspensión de muchas actividades, entre otras cosas, pero también ha permitido que la creatividad se eleve a la máxima, como ha hecho la joven Rocío del Castillo Calvo. Esta joven de San Esteban de Gormaz, con tan solo 21 años, se ha tenido que reinventar como tantas personas y en su caso lo hace haciendo de cada detalle o regalo un momento bonito y personal que emociona a quien lo recibe y a quien lo entrega.
Ella trabajaba en Madrid en una empresa de eventos, pero el año pasado observó que con la pandemia había perdido el trabajo y como ?siempre he sido muy detallista, quise darle un poco de mis detalles a San Esteban y a la gente de la zona?, reconoce, por eso se sentó delante del ordenador y comenzó a elaborar un proyecto que poco a poco ha ido dando forma su Sweet-Sweet, una empresa de personalización de regalos que en breve contará con tienda online, porque solo faltan los últimos retoques.
Mientras finaliza la parte web ya hace sus pedidos y ventas a través de Instagram, donde podemos encontrarla bajo el nombre de Sweetrosebyro, donde combina su parte de personalización con el diseño de su propia línea de camisetas.
Desde su casa, en San Esteban, trabaja para realizar una larga serie de elementos como botellas infantiles, tanto de plástico como de cristal, con dibujos personalizados, que acompaña de gel a juego, algo que está triunfando en las redes, así como cestas y cajas personalizadas, camisetas, llaveros, sandwicheras, junto con el tema textil o mascarillas. ?Tengo un poco de todo?, explica esta joven, que ya sabe lo que es trabajar duro, porque a veces los pedidos entran de un día para otra y hay que estar preparada para trabajar de lunes a domingo.
En enero ya tenía montada su empresa, porque comenzaba a recibir pedidos, y entonces contactó con el semillero de empresas de la Cámara de Comercio, quien le está ayudando a poner en marcha todo el desarrollo de la iniciativa y ayudando con los trámites. Los inicios sabe, a pesar de su juventud, que son duros, ?los primeros meses han sido muy duros porque hemos tenido bastante cantidad de pedidos y al ser personalizado lo hago en el momento?, pero la ilusión se suma al esfuerzo. ?El principio es duro, no sabes cómo va a salir y siempre piensas que puedes fracasar, pero al final es trabajar mucho y adaptarte a la gente?, explica con entusiasmo.
Esta joven tiene una amplia formación, por un lado en Eventos y Protocolo, del mundo del turismo, y también en Diseño Gráfico, así como cursos de tema gráfico y digital, que le permiten obtener unos conocimientos completos.
Además cuenta con el apoyo familiar, ?que es muy importante?, asegura, ya que al principio le recordaron que tenía que tener claro el montar su empresa y la garantizaron que estaban allí para ayudarle ?con cualquier cosa?.
En su casa ha habilitado un espacio donde trabaja y donde puede recibir a los clientes, para que ayuden en la personalización y puedan explicar sus necesidades. Y desde ahí trabaja para todo el mundo, sin fronteras, gracias al acuerdo que tiene con Correos Express para poder enviar pedidos con celeridad.
Ha retomado así un faceta que comenzó a trabajar de joven, porque ?de pequeña siempre los regalos que quería hacer a la gente lo hacía yo misma? y ahora lo ha completado con personalizaciones para momentos como bodas, bautizos, cumpleaños, fiestas o cualquier evento.
?Hay mucha gente que quiere sorprender?, reconoce y ella está cerca de ellos porque le cuentan su historia, ?es una parte de su vida que tienes que plasmar a través de un dibujo o unas palabras?, por lo que contar con la sensibilidad propia y del cliente es vital, para ?que sea bonito?, reconoce.
Así nació también su nombre, Sweetrosebyro, porque aunque comenzó con la faceta de personalización, creó su propio slogan y comenzó también a trabajar en el diseño de su propia línea de camisetas y sudaderas, que también pone a la venta.
Una ventana dulce abierta al mundo, para dar a estos tiempos más tristes, la ilusión y el color necesario, porque todos necesitamos, más que nunca, cosas bonitas.