Durante todo el año la lectura es fundamental, pero se pone de manifiesto especialmente en el mes de abril, entorno a la fecha del día 23, festividad del Día del Libro, y desde San Esteban de Gormaz han vuelto a demostrar que su trabajo diario en la lectura, la educación y la intergeneracionalidad es un ejemplo.
Por eso, para celebrar una fecha tan señalada como el recuerdo literario de Cervantes y Shakespeare, alumnos y docentes de ambos centros se reinventaron en tiempos de COVID para realizar una actividad conjunta, que respetaba los protocolos sanitarios y que reflejaba una de las actividades más realizadas durante la pandemia: la lectura.
Para ello, los alumnos de Doña Jimena, desde sus aulas y de manera virtual, teatralizaron dos escenas de la obra El canecillo de Giuliana, proyecto de marionetas y derechos humanos con el que están trabajando junto a otros centros de Europa en el proyecto Rights.
Los alumnos del CEA sanestebeño han creado durante este curso las marionetas, les han dado forma, expresión, rostro y confeccionado pelucas y trajes, así como una maleta-escenario, que representa el canecillo de San Miguel al que se hace referencia en la obra y otros paisajes de la localidad ribereña. Ahora solo les faltaba darles voz y aunque lo que celebraron esta semana es anticipo de lo que realizarán, cuando las medidas sanitarias lo permitan, por fin los personajes cobraron identidad y a través de los alumnos de adultos de San Esteban les teatralizaron dos escenas de la obra.
Al otro lado de la pantalla, marcando una distancia que parece más lejana que los metros que separa el patio de ambos centros educativos, los alumnos de quinto de Primaria del CEIP Virgen del Rivero, desde el área de Lengua y Literatura han leído una serie de poemas, creados por ellos mismos a los más mayores, compartiendo así una actividad intergeneracional a través de internet y las pantallas.
Con ganas de que un día las barreras del distanciamiento social se caigan y alumnos de ambos centros puedan volver a compartir sus experiencias de intercambio de conocimientos e inquietudes en su educación intergeneracional, los libros y la lectura les ha vuelto a unir y a demostrar que, al igual que reza El canecillo de Giuliana, trabajando en equipo se logran grandes resultados: desde un templo románico, a un proyecto como el Rights o una jornada literaria en tiempos de COVID para festejar que leer siempre es la clave de la educación.