San Esteban de Gormaz celebró el viernes un peculiar día de San Isidro sin salir de casa y cumpliendo con el confinamiento, pero sin olvidar la referencia y devoción que tienen por el patrón de los agricultores.
En el caso de San Esteban de Gormaz, donde tampoco se pudo celebrar ni la Eucaristía ni la procesión en la que se van regando las calles con caramelos, la festividad tuvo un marcado carácter solidario. Como ya había anunciado la Junta Agraria local, este año no se celebró ningún acto en honor al patrón, aunque no dudaron en vivirlo con intensidad en las casas con limonada, asados o postres, entre ellos las rosquillas, a falta de subasta en la puerta del templo parroquial.
Pero desde la Junta agraria acordaron que los fondos que tenían presupuestados para celebrar esta fiesta, muy arraigada en la localidad, se destinarán al centro de salud de San Esteban de Gormaz para la compra de material sanitario.
Uno de los establecimientos de la localidad, Caprichos, lanzó una propuesta para que todos los niños que acudieran a su negocio en la jornada de ayer, serían premiados con unos caramelos, cumpliendo así con esta tradición ribereña.