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La Numantina ha sido siempre conocido
como un establecimiento comercial por el que se han desarrollado
diferentes actividades, desde una pastelería hasta una frutería y
tienda de ultramarinos hasta los años 70.
Tras un periodo en el que sus puertas estuvieron cerradas, en
1988 se reinició su actividad comercial. En esta ocasión el negocio,
regentado por Carlos & Castillo Arroyo, cambiaba de nuevo la
fisonomía del local y se convertía en charcutería y tienda de
congelados.
La decisión de conservar el nombre con el que se venía conociendo
hasta ese momento cualquiera de las diferentes actividades
comerciales desarrolladas con anterioridad en el emblemático local,
responde, en cierta medida, a esa tradición iniciada varias décadas
antes. Hoy La Numantina continúa su actividad comercial con la misma
ilusión y objetivos que desde el principio nos marcamos: ofrecer la
mejor calidad y productos nuevos, además de “los de siempre”, al
público que desea visitarnos. |
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